domingo, 1 de enero de 2012

Cuerpo a cuerpo


Tú siempre terminaste derrotándome.
Aun no habiendo sabido, habiendo siempre errado
a la hora de escoger el armamento
y el campo de batalla,
jugabas con ventaja:
bastaron tus murallas para hacerme
morder, inerme, el polvo.
Y ahora que la lucha ha terminado,
y ya estaremos muertos para siempre
el uno para el otro -eterno duelo-,
lamento no haber sido quien dictase
las reglas del combate;
no habrías perdido nada:
postrándome a tus pies, exhausto y trémulo,
jadeante y sin aliento,
sin condición alguna,
a ti me habría rendido, cuerpo a cuerpo.
¡Pero qué hermosa, amor, hubiese sido!
¡Qué hermosa y tierna guerra!

4 comentarios:

Vivian dijo...

Una buena dosis de amor, y una guerra campal de corazones, nunca vienen mal Rafa; lo negativo de esto es que siempre quedan secuelas, mutilaciones, desgarros.
Qué paz se respira hoy, qué paz.
Mis besos
Ah, también podría decir que “soldado que huye sirve para otra guerra”, debiste tenerlo en cuenta. ;)

Poetas argáricos dijo...

Bienvenidas siempre las batallas de amor. Góngora, "a batallas de amor, campo de pluma".
Feliz y Poético Año Nuevo. Un abrazo

Estefanía Martín dijo...

¡Qué bonito El Éxodo!

Unos versos preciosos, al igual que la imagen para empezar un nuevo año.

Besos :-)

Anónimo dijo...

Gloriosa batalla campal la del amor, ojalá fuera la única de la Humanidad el próximo año 2012