domingo, 15 de enero de 2012

La barca


dicen que la distancia es el olvido
y sueño con que ocurra un cataclismo
que engendre entre tú y yo un inmenso abismo
haciéndome olvidar que has existido

borrando de mi mente este transido
anhelo condenado al ostracismo
que estando tú tan cerca de mí mismo
me aleja al recordarte sin sentido

volando de mi pecho sin tardanza
el vértigo el insomnio el desaliento
las náuseas el espanto el sufrimiento
sin tregua en que me sumen la añoranza

y ver tu barca próxima en la mar
sabiendo que no habrás de regresar


Ilustración: La dama de Shalott, de John William Waterhouse (1888)

3 comentarios:

Vivian dijo...

Ah, pero hoy te has levantado malo-malísimo-reMalo. Pobre mujer, con la cantidad de tiburones que hay en el Golfo de México, nunca llegará a Miami. (Jajaja, comentario tonto en devolución del ¿Y Brad? que me sacó una carcajada)
Son lindos los versos Rafa, pero una barca en la lejanía no aplaca la angustia y el recuerdo.
Besosss

Circe dijo...

La distancia es el olvido, pero ¿quién dice que dos personas no pueden estar estrechamente unidas en la distancia ... y sentir que esa barca lejana en la mar
se acerca cada vez más…?


abrazos

Anónimo dijo...

La distancia, creo, es la que a veces nos deja anclados a un corazón, que tal vez, si tuviéramos cerca, no nos causaría el mismo interés.

Un beso, Rafa