jueves, 26 de enero de 2012

Seguidilla (XLII)


Por que aun tarde cumplidos
veas tus deseos,
te legaré mi olvido en
mi testamento.

Vivo no puedo
zafarme del sudario
de tu recuerdo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

profundamente becqueriano y romántico