jueves, 5 de junio de 2008

Otoño negro de arena

Me apena

La dura

Y oscura

Condena


Que augura

Cual hiena,

Gangrena

Sin cura


Ni calma...

En mi alma.

De avernos


Eternos

Me esmalta

Su falta.



8 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabes Rafa?

Con esa foto creo que me dejaste el primer comentario en mi sitio de locuras varias.

Que te dejo el beso más grande.

Anónimo dijo...

=(

Besos.

Anónimo dijo...

Un encabalgamiento muy logrado.

Un abrazo!!!

Anónimo dijo...

Me gusta esa brevedad que dice tanto. Me quedo con esa imagen impecable de la gangrena acechando como una hiena.
Se puede luchar contra eso??

Mi abrazo, Rafael, me da gusto estar por aquí leyéndote.

Anónimo dijo...

pero igual que ese árbol aún sostiene una pequeña hoja de esperanza, en nuetra vida siempre queda esa hojita.

un beso.

Anónimo dijo...

No he podido venir mas a menudo por aqui ultimamente pues al entrar en tu blog mi orde se bloqueaba totalmente; un pequeño desastre. Veo que ahora vamos bien. Seguimos, te sigo.
La hoja esta en el arbol y no madura aun para volar, lo hara en su momento, el adecuado.
Un abarzo.

Anónimo dijo...

Siempre me asombra la sabiduría de tus palabras, aun breve, este sonetillo dice mucho, tienes la capacidad de resumir en pocas palabras unos sentimientos muy grandes, entre ellos el amor y la soledad que te provoca. Cada día me gusta más como escribes, me siento muy identificada con tus palabras… con tus sentimientos.
Gracias por tus besos, por tus palabras, dan un calor especial a mi alma.
Un beso cálido y tierno como tú.

Anónimo dijo...

genial...