domingo, 8 de junio de 2008

Ciclo


No, no te laves

Los dientes

Cuando vayas a dormir,

Evita los charcos.

Huye

De la lluvia, las goteras,

Del viento poniente, nunca

Te bañes,

Muere de sed.

Haz un erial de tus labios,

Secarrales

De tu flor…

Esa gota de rocío

Pudo tal vez una noche

Ser la humedad de mi aliento.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

No te acabes anda... deja que mis ojos disfruten...
Entre tú y el Rubiales, me vais a matar de gozo... esos aires del Sur... uffff
Besos sin dentrífico

Anónimo dijo...

Deja que el agua lo inunde todo. Con ella llega de nuevo la vida...

Un beso

Anónimo dijo...

Tal vez sólo una gota sea quien de vida a la flor marchita..sólo una gota

un beso

Anónimo dijo...

gotas de agua, gotas de esperanza... como dice Sandra solo una tal vez baste.
mil besos

Anónimo dijo...

La busqueda acaba con la fuerza pero la esperanza siempre la reanima.
:-) Un saludo.

Anónimo dijo...

Esa incertidumbre que siempre merodea... La poesía se quedaría huérfana si los sentimientos se hicieran a medida pero ¿sería mejor para nosotros?

Octosílabos perfectos, jijiji. Gracias

Un beso, grandote

Anónimo dijo...

Hidrofobia quizas?

:)

Besos.

Anónimo dijo...

Exodo
De vez en cuando, y de tanto en tanto, viene bien abandonarse a los sentimientos. (Otras veces son más fuertes que nosotros y ellos deciden)
Bonitos tus versos, siempre con ese ímpetu que desdibuja lo rosa.
Gracias por tus palabras de hoy a la mañana, te contesté tu comentario.
Un beso grande.

Anónimo dijo...

Un corazòn demasiado grande para sacrificar todas esas cosas por un aliento, tal vez pedir menos y respirar hondo un nuevo aire;-)
Hermoso poema
Un beso