lunes, 5 de mayo de 2008

Disonancia


Sobre el atril, inerme

Y abandonada,

Se extingue la música.

Son los imperios del silencio

Que nunca ceden,

Que no se preocupan

En ultimar a su exhausta enemiga,

En la seguridad de su victoria.

Muere una flor que nació sin semilla

Mientras arden los páramos de estéril primavera

Junto al delirio de un acorde exánime.


Se anuncia el fin del mundo;


Se anuncia y cuando, grave, se consume

No quedará bajo el cielo un vestigio

Que entone el testimonio de su origen.


Porque el fin

Es la nada.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

...Muere una flor que nació sin semilla...
Aunque triste, me gusta esa imagen... y también la foto.
Saludos.

Anónimo dijo...

Me quedo con la imagen, porque las palabras, aunque siempre a tope de belleza, hoy me sacuden...
Besos a tope también

Anónimo dijo...

la imagen es pura belleza. El poema, aunque tiene frases de oro... yo sigo esperando ver surgir al ave fenix.

dicen que cuando sufres se escribe mejor, y tú te lo has aprendido de carrerilla.

besos, teatrero.