sábado, 3 de mayo de 2008

En el andén


A veces,

Llega un momento en la vida

Sin posible retorno.

Han fraguado los límites

Y, en el hilo de Ariadna,

Quebrado en mil pedazos por las sombras,

Va creciendo un cántico que, inaudible,

Certifica el laberinto.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Al sitio donde fuiste felíz, nunca deberias volver... Visita nuevos sitios, deja que el tren te lleve, coge billete a la felicidad...
Esa música me estremece...
Beso Rafa...

Anónimo dijo...

Sólo a veces, aunque el retorno nuca será el mismo, jamás pararás el tiempo en el mismo lugar, en el mismo momento.

Besos!

Anónimo dijo...

Me ha gustado; ese meto que amenudo uso como un laberinto magico y mitologico ¿quien sabe si no estamos recreando uno antiguo? un abrazo.

Anónimo dijo...

a veces no encontramos las puertas de retorno, o no queremos verlos, a veces nos creamos mundos y las perspectivas son diferentes a la realidad.

Un abrazo

Anónimo dijo...

a veces no encontramos las puertas de retorno, o no queremos verlos, a veces nos creamos mundos y las perspectivas son diferentes a la realidad.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Y uno sigue colmado de certeza que quisiera ignorar...
Bello.
Un beso

Anónimo dijo...

Rafa,

Si lo piensas bien, en la vida siempre vamos de andén en andén.
Aunque volvamos al mismo andén, siempre cogemos o un tren distinto, un horario distinto, el conductor es distinto.
También los compañeros de viaje son distintos.

Hoy estoy en tu andén.
Y me gusta su música y su lugar, me siento tan identificada con esa foto que has colocado... hasta parece mi andén.


Un abrazo,


Estel J.

PS. Seguimos viajando.