domingo, 25 de noviembre de 2007

Poema anósmico



Me penetró tu aroma

Y se me hizo... más que imprescindible.

Me penetró; no es ninguna metáfora

Ni un modo poético de expresar

La fuerza implacable de un sentimiento;

O eso... sí, pero, también, algo más,

Un algo de naturaleza física

Que, flotando en el aire con tu aliento,

Se metió en lo más hondo de mi sangre

Haciéndose para siempre esencial

En la conservación del equilibrio.

Y ahora que tu aroma se ha extinguido,

O, lo que es lo mismo, me falta el aire,

Vago inestable en un mundo vacío,

Carente

---------------- de fragancias.

Fotografía: Trevor Brady.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí que es verdad. El perfume de una persona que queremos se nos introduce de tal forma en nuestro ser que cuando la evocas no puedes prescindir de ese aroma al que ya se ha unido para siempre.

Un beso, Rafa.

Anónimo dijo...

qué indefensos estamos los humanos ante los olores, va en serio eh!

Un beso.

Anónimo dijo...

la esencia imprescindible y necesaria para ser y estar.

un abrazo!