lunes, 9 de julio de 2007

Otra mañana en la Bota.

Tumbado sobre la arena,

Entre verso y verso de Blas de Otero,

Recuerdo mañanas de playa

En extintos veranos por el frío.

Y al mar lamiendo, voraz, las sordas huellas pretéritas

Que jamás alumbraron mi mirada,

Y dejando, como herida, en su lugar

Pisadas de sal y espuma

Sobre restos de algas muertas.

Rompe el azul la luna menguante,

Altiva frente al sol del mediodía,

Y ahogándose los pinos al mutismo caluroso del estío

Alzan sus copas al cielo para brindar por la brisa,

Cuarteto de sal y viento

Que pinta con su soplo entre las ramas

Sabrosas y silbantes melodías.

-Silencio: anda afónica la orquesta-.

Te voy a contar una historia de amar:

El mar mueve las manos como tú cuando te alejas,

Dejando mi playa en un yermo

Que nunca bebió de tu océano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Porque escribir es viento fugitivo,
y publicar, columna arrinconada.
Digo vivir, vivir a pulso, airada-
mente morir, citar desde el estribo."
Que leas a Otero nos pone algo en común.
Tienes don para los versos

Anónimo dijo...

además de música el poema, lleva la esencia de la playa de Huelva y la esencia de un poeta.
Un beso.