viernes, 13 de julio de 2007

Desde la tramoya

Ojalá fuese todo
Así de complejo,
Flor de vinagre.
Pero hay lilas antiguas
Sepultadas bajo el barro
Palpitando en la memoria.
Latidos tan opacos
Que al fondo del jardín
Hacen de mi vida un espectáculo
Desabrido, desolado, desmedidamente
Simple:
Ver como pasa el tiempo
Tan lentamente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El tiempo pasa pero para otros va muy rápido, cómo va ese running?, beso

Anónimo dijo...

No sé si es que no estoy de acuerdo contigo o es que, simplemente me haces pensar "una jartá", y por tu culpa algún día de esto daré un explotido. Verás, tu voda, mi vida, las vidas de muchos de los que nos rodean no es que sean un espectáculo, son, supongo, "intimidades públicas", que medimos, consentimos y permitimos en la medida que queremos, una especie de escaparate oscuro en el que mostramos las partes que no nos hacen sangre, aquellas en las que podemos controlar el dolor justo y necesario que deseamos exhibir, el imprescindible para derramar sentimientos sin quedarnos del todo vacíos. Porque, queramos o no, amigo mío, el dolor también nos llena y nos enriquece. Igualito que las lilas.
Nos va haciendo ya falta unas cervezas. Digo yo... ¿no?.

Anónimo dijo...

Pues, leuma, el lunes ya conseguí trotar durante veinte minutos seguidos, eso sí con muuuuuuucho esfuerzo. Desde entonces este calor me tiene "apocao". A ver si esta tarde repito, aunque hoy todavía esta la cosa más tórrida que días atrás. Mi intención es para febrero estar a lo suficientemente en condiciones para afrontar la que sería mi undécima maratón. Ya veremos. Y el tiempo, bueno, es tan relativo. Y a la vez tan absoluto, que cuesta aprehenderlo.

Kai, lo malo de los escaparates, o lo peor, es cuando son hacia adentro. Y, en cuanto a las birras, cuando queráis. Qué alguien se encargue de convocar y listo.

Abrazos.