Yo no encendí sino un papel amargo.
Yo no fui causa de aquel Buenos Días
que se dieron el trueno y la rosa.
Yo no hice el mundo, no hice los relojes,
no hice las olas ni tampoco espero
hallar en las espigas mi retrato.
Y de tanto perder donde no estuve
fui quedándome ausente
sin derrochar ninguna preferencia
sino un monte de sal desmoronado
por una copa de agua del invierno.
Se pregunta el viajero si sostuvo
el tiempo, andando contra la distancia,
y vuelve adonde comenzó a llorar:
vuelve a gastar su dosis de yo mismo,
vuelve a irse con todos sus adioses.
Pablo Neruda
(De "Las manos del día", Buenos Aires, Losada, 1968)
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
3 comentarios:
No la conocía Rafa. Gracias por dármela a conocer. Un beso.
Rafa leí tus últimos post, y me quedéabstraída en los bellos poemas que subiste para el placer de tus lectores.
Yo, Malena, lo acababa de leer por primera vez.
Gracias, peregrina, viniendo de ti es todo un elogio.
Besos.
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