miércoles, 25 de julio de 2007

De los nuevos yacimientos "turísticos"

Cuando aún palpitaban calientes

Los latidos calcinados del bosque

Que ardiera devorado por el fuego y la indolencia

El pasado siete de julio en Mazagón,

Toda una caterva de curiosos

Se había pasado ya por el lugar

Tratando de aspirar in situ los aromas

De la muerte,

Del incendio y la ceniza,

De la carne calcinada de conejo

Junto al alma desollada de unos pinos

Que, como aliento postrero,

Crepitaban el dolor de primaveras

Para siempre ya perdidas.


Son los modernos turistas

De la ruina y la catástrofe,

Carne fresca de carbón

Para agencias de viaje

Y touroperadores.


(Mazagón, siete de julio:

Sobre estas grises cenizas

Brotara como cizaña,

Un coqueto cementerio de diseño,

Ladrillo, asfalto y cemento,

Donde irán a sepultarse en vida

Los llamados segundos residentes

Que se empeñan las instancias oficiales

En disfrazar de turistas.)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mazagón forma parte de mi vida y ha sido triste lo del incendio, a parte de mi familia los evacuaron pero afortunadamente no les pasó nada salvo el susto, pero otros no corrieron la misma suerte. Sí, nuevos yacimientos, tristes yacimientos. Un beso

Anónimo dijo...

te felicito por tus versos que escribes, logras hasta de las cenizas hacer versos
escribes lindo y te felicito
te dejo un gracias totales por tus saludos llenos de apoyo
un abrazo grande y que mañana sea un gran dia, besitos


besos y sueños

Anónimo dijo...

Me ha llegado muy adentro tu crítica y tu poema,Rafa.Y no sé porqué me ha recordado algo que salía hace años en forma de humor satírico cuando en estos casos se decía:Cuando el monte se quema,algo suyo se quema señor conde.Un beso,Rafa.

Anónimo dijo...

Rafa, sabes que tengo una relación personal con este suceso y que, además, me "obligó" a relatarlo, a contarlo...
Acertadas y sabias palabras las tuyas.
SALUDOS