sábado, 25 de agosto de 2007

Espejo de Eva

De un dulce néctar de invierno

Dame a morder la manzana

Como si fuese pecado.


Luego pregunta al espejo:

Quién me amó / Quién me ama

Quién de mí murió olvidado


Sin la esperanza de un beso,

Sin Edén y sin mañana,

Para siempre / desterrado.


Te responderá el silencio

Que un alma en pena se apaga

En su lecho acristalado.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cristalino tu verso, poeta,
dulce y triste

Ese espejo que nos refleja, no va a devolvernos la respuesta a nuestros anhelos; por eso, hay que seguir mirándose a los ojos, siempre, con incertidumbre, desasosiego, con esperanza.

Besos

Anónimo dijo...

Gracias, Milena. Creo que ya lo he dicho por aquí en otra ocasión, no son las certezas, son las dudas las que nos salvan. Besos.