lunes, 6 de agosto de 2007

Entropía

Pasa el tiempo y uno piensa

Que madura,

Que las canas y el dolor en las rodillas

Lo han dotado de la enjundia necesaria

Para domeñar a las propias emociones,

Para anteponer la razón

A absurdos latidos de quiceañero,

Ya camino de los cincuenta.

Pero la termodinámica es tan tozuda

Que al fin llega un momento

En el que uno ha de taparse la nariz

Para tratar en vano de evitar las nauseas que produce

La inapelable podredumbre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ay madre, la madurez involuntaria.

Anónimo dijo...

Hay que tenr cuidado con ese paso, el de los cincuenta, hay crisi que afectan demasiado pero la mejor medicina es el humor, siempre el humor...y la vida se vive con mejor sentido.
Un abrazo.