Estos versos ya no laten,
Están muertos:
Cual teclado cadavérico que acoge
El embate de las olas de un fantasma
Sin luna, aliento ni sueños,
-------------------------------------- ululando,
Ingeniando los silencios más recónditos
De las sombras titilantes que se ciernen
Tras las simas azogadas de un espejo.
2 comentarios:
No creo que los versos mueran, siempre hay alguien que siente sus latidos...
Saludos
A veces laten tan bajito que nuestro oído no los capta, pero están, están.
No es el caso de esta página, en la que a veces hay que bajar el volumen a su intenso palpitar.
Besos.
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