lunes, 20 de febrero de 2017

Segundo encuentro con la poetisa Raquel Lanseros en Sevilla (Carlos Parejo)


Estimada Raquel, lo primero que mencionaste es que Sevilla es la ciudad con mayor número de poetas universales por habitante. Y uno se emociona cuando cuentas que en la ciudad de San Juan de Puerto Rico hay una barriada con nombres de las rimas y leyendas del inmortal Gustavo Adolfo Bécquer. ¡Y aquí, que casi ha pasado desapercibido su aniversario¡. Y cuando hablas de Manuel Machado y su hermano Antonio, me gustaría decirte que hay que irse hasta una glorieta recóndita del Parque de María Luisa para verlos juntos en un monumento. ¡Nadie es profeta en esta tierra y mucho menos sus poetas¡ Lo que percibe el turista son muchos monumentos a toreros famosos -e incluso a la abuela del rey -, junto a la Plaza de Toros y el río Guadalquivir. Monumentos a hombres de armas como Fernando III en la plaza del Ayuntamiento o El Cid –en los jardines del Prado-. La única excepción honrosa, créeme, son los pintores Murillo y Velázquez. Tras disculparte por el pequeño volumen de decibelios de tu voz, vas desgranando con un tono quedo pero modulado con pausas significativas y una profunda sensibilidad –la de tu volcán interior-, uno tras otro, los versos seleccionados del poemario. Y, al final, alguien te susurra: ¡Nos tenías embobaitos, como si escucháramos una nana para dormir a los niños¡ Y das una gracias escuetas y tímidas, pues sigues tan humilde como siempre. Y también, alejada de los catedráticos del Departamento de Literatura y de otros personajillos del Sanedrín de la cultura oficial sevillana. Allí, en plena Isla de Siltolá, (mira que es bonita la pajolera librería) sólo había mujeres y hombres de todas las edades con vocación de poetas y tu libro bajo el brazo, anhelantes de una breve charla contiguo y de su dedicatoria personal, tan eterna como tu poesía.

(¢) Carlos Parejo Delgado

3 comentarios:

María dijo...

Mmmmm.. pero qué cosa más bonita la que le habéis escrito ( tú o quien sea) a esta mujer de paseo por Sevilla, se emocionaría si lo leyera, ojalá sí. Tan entrañable como sincero y precioso.

Un besito!

Anónimo dijo...

No es exagerado, fue así de lindo

mailconraul dijo...

¡Vocación de poetas, equivocación de poetas!