A María Fernández Lago
enciende un fuego náufrago en la arena
soñando con un barco que vislumbre
el ruego mortecino de su lumbre
y venga hasta la orilla cual sirena
alada a rescatarlo de la pena
antes de que el dolor se haga costumbre
mudando aliento en cenicienta herrumbre
por siempre junto al mar que lo enajena
pero la tempestad creciendo apaga
la tenue llama que arde en la bonanza
y aleada a espuma y sal fiera encenaga
los últimos rescoldos sin tardanza
e irrumpe en sus ensueños como daga
talando en su ulular toda esperanza
Ilustración: The Funeral of Shelley, de Louis Edouard Fournier
3 comentarios:
Pedazo de soneto!! y yo me pregunto hay algo que se te resista? ya sea en seguidilla, en libres, o con rimas, la profundidad de tus palabras llegan , llegan poeta.
Un beso!
Creo que es de lo mejor que te he leido...
" Antes que el dolor se haga costumbre"
Si tu dolor te hace parir estas letras, bendito sea entonces!!!
Besos al alma, van!!!
Y aún así, hay que luchar por mantener esa llama en la arena.... pese a la tempestad !
Besos
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