Noche sin neón ni luna:
alzas la mirada al cielo
ávido por renacer
al destello de una estrella.
Zozobra:
quizá esté muerta
pese al póstumo fulgor.
Aliento:
ha parido el firmamento
otra luz tras el recodo.
Esencia:
caer, ascenso, descenso
subir
hacia el abismo.
Táctica:
no te resignes al fondo
cada nuevo anochecer
siempre
es un presagio de estrellas
simiente en la boca del pozo.
Sólo
alza la mirada al cielo
y ten las garras dispuestas.
Julio de 2006
7 comentarios:
Te "veo" optimista, Rafa, "jomío"; aunque sólo moderadamente, y hay que fijarse mucho para hallar ese rallito de luz que ha entrado en ese pozo tan oscuro.... si te parece acerco un poco de candela "pa" iluminarlo, aprovechando los destellos de este pobre corazón que porto en mi mano izquierda, jeje
Besitos en la oscuridad...juju tienen su "morbillo" ¿eh que sí?
Las noches oscuras no son tan malas, con ellas agradecemos más la luz de esas otras noches estrelladas.
besos
Milena, cariño, éste es ya un poema antiguo (los estoy desempolvando); entonces aún esperaba con esperanza, hoy ya he comprendido que la esperanza es una quimera y que del fuego, cuando se extingue, no queda nada.
Maribel... ya no hay estrellas, todas murieron hace millones de años luz, y su resplandor sólo trae recuerdos de lo muerto.
Pero he descubierto que soy fuerte -siempre me pensé débil, pero era flexible- y que puedo seguir respirando en lo oscuro.
Abrazos.
Me encanta la táctica, sigue siendo flexible poeta, y mejor aún, maleable.
Ciao Rafa.
Buena foto, mejor poema; y seguire tu consejo, mirar al cielo en busca de esas estrellas.
Es como una consigna: Cada nuevo anochecer traerá nuevas estrellas. Y aunque sabemos que no tienen vida, tú se la puedes dar con la esperanza (esa que jamás se pierde) con las ilusiones que brotan a pesar de todo cada mañana.Rafa, tú eres como el ave Fénix y lo sabes.
Mil besos.
Sí, recibimos ahora la luz de las estrellas muertas...pero también sabemos que hay muchas vivas aunque no hayamos recibido aún su luz...porque, como se dice, mientras hay vida...hay esperanza. Aunque a veces se duerma, sigue ahí, en el fondo de la caja de Pandora.
Abrazos.
Publicar un comentario