sábado, 5 de enero de 2008

Astillas


Edificó la esperanza

Sin nada,

Con sólo sus manos vacías

Y sueños como auroras estallando;

La alzó sobre el asfalto

A costa de su sangre, de sus noches,

De su aliento mudándose en arena,

Del compás de un ensueño sin bitácora

Amenazado de arritmia y rüina.

Y se alumbraron jardines de rosas,

Blanquísimas como la nieve,

Ansiosas por verse encarnadas

Entre amapolas de un rojo crepúsculo.

Pero vino un viento, como gangrena,

Carcomiendo el latido al pétalo,

Y sobre el páramo yermo y sin hálito

Sólo quedó la espina.

Fotografía: Olav Murillo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Simbiosis de la rosa y el león rodriguez. Sugerente.

Anónimo dijo...

De la esperanza a la ilusión. Me gusta. Y me gusta cómo enlazas las palabras, y la melodía que desprenden.

Buen día :)

Anónimo dijo...

Esperanza que se convirtió en espina. La esperanza aún vive.
Me gustó mucho este poema, Rafa.

Aprovecha la noche de la ilusión para impregnarte de ella, hay sonrisas infantiles que producen subidones de alegría.

Muchos besos.

Anónimo dijo...

Todo el blog es fantástico, me ha encantado encontrarlo, Gracias

Anónimo dijo...

En mi carta para esta noche solo hay una palabra: Esperanza en mi búsqueda.

Cuando he entrado a tu página y leía este poema engalanado con la magia de un adagio me ha hecho abrir los ojos de par en par, tambien los del alma.

Un beso

Anónimo dijo...

Jardines de rosas blancas, son mis preferidas :), lástiam que el viento s elleve sus pétalos y cone llos la esperanza. Son astillas preciosas y realmente se me han clavado como las espinas ayudadas por la música(es nueva, no?)

Anónimo dijo...

Carlos, es una simbiosis mucho más amplia.

Gracias, saudade, es una ilusión dolorosa, dolor de espinas, pero ilusión al cabo.

Sí, mamen, es la sonrisa de los niños lo que, de momento, salva al mundo.

Gracias d2, y bienvenido.

Marta, con esos ojos grandes, seguro que encuentras lo que estas buscando, aunque lo más importante siempre es la búsqueda... aquello de que se hace camino al andar.

Leuma, mientras permanezca la espina, quedará, como le digo a saudade, esa semilla del desierto. Sí la música es nueva. Un adagio lleno de recuerdos.

Abrazos.