viernes, 4 de enero de 2008

El pozo de los deseos


A Malena

Ya no alcanzaba a recordar el instante en el que dejó de creer en la magia, incluso no estaba segura de haberla tenido alguna vez entre sus creencias, pero, cuando le hablaron de aquel viejo roble en torno al cual se convocaban cada noche las hadas, no lo dudo un instante; al fin y al cabo estaba convencida de haber agotado ya todas sus opciones. Y, desnuda, se internó en el bosque a tratar de encontrarlo. Y así anduvo vagando durante siglos por los sombríos pasadizos del laberinto de su tristeza.


* * *


- Sé bienvenida –le dijo un hada de alas celestes al verla llegar-, son pocos los que tienen la fe suficiente para llegar hasta aquí, así que, como recompensa a tu perseverancia, te voy a conceder tres deseos. Pide lo que quieras.


- ¿Tres deseos? –respondió, incrédula y perpleja, mientras se frotaba los ojos para asegurarse de que no se trataba de un sueño-, tres deseos nunca serían suficientes, así que sólo te pediré uno, espero que puedas concedérmelo. Quisiera poder dejar de desear para siempre.


El hada, entonces, conmovida ante el gélido y oscuro pozo que pudo vislumbrar tras su profundo desaliento, agitó dulcemente su refulgente varita mágica e hizo que le creciesen dos grandes alas verdes en la espalda.


- Desde hoy te llamarás Esperanza –le dijo, mientras la invitaba a alzar el vuelo.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Casi por magia me encontré con tus palabras en mi primera salida a este mundo virtual. Y ahora voy leyendo tus poemas: en un largo y fructífero éxodo que me lleva a conocerte.

Anónimo dijo...

Siempre necesitamos algo en lo que creer; en lo que mantener esa 'esperanza' para que nos salve. Incluso cuando el mayor desaliento no nos deja verla.

Un saludo

Anónimo dijo...

Me conmueve el desaliento de la muchacha, y me alienta el fin de la historia. Gracias por esa esperanza.

Un abrazo enorme.

Anónimo dijo...

Bien por seguir creyendo, espero que a pesar de todo, los deseos sigan estando ahi para no nublar las ilusiones.

Besos

Anónimo dijo...

Pero ¿empezó a creer en las hadas entonces?

Anónimo dijo...

Hola primo.

Me agrada el simbolismo del que está lleno este cuento.

Simbolismo pendular de descreimientos/creimientos.

Dejar de desear, qué deseo más total...

Sería deseable, pero también esperanzador.

Abrazo simbólico.

Anónimo dijo...

Rafa, he estado fuera de Barcelona y al volver hoy y entrar en tu casa me he encontrado con esta maravilla.

Gracias de todo corazón por pensar en mí y por ponerme en contacto con las hadas.

Acepto tu bautismo y mi segundo nombre será Esperanza.

Te espero en ese bosque encantado en el que todos los sueños se convierten en realidad.

Un beso muy grande.

Anónimo dijo...

Encontrar las tuyas también ha sido mágico, quantum.

La esperanza, saudade, siempre está ahí, como esas semillas ocultas entre la arena del desierto que, con la mínima lluvia florecen.

Si, mityu, también hay finales (continuaciones) felices. Gracias a ti.

Dashi, sí los deseos siguen.

Bueno, larrey, a su manera.

Sí, primo, de la desesperanza a la esperanza. Esperemos que el péndulo se quede en este lado del espejo.

Esperemos encontrarnos allí, Malena-Esperanza.

Abrazos.