sábado, 12 de enero de 2008

minúsculas


a l. r.


las cosas más grandes

- - - - -cuando digo cosas

- - - - digo emociones

- - - - digo personas

- - - - digo tu nombre

- - - - por no decir tú-

mejor

en minúsculas


así las fingimos

- - - - - - - - - - - - abarcables

más próximas

más nuestras


aunque duelan los dedos

aunque se queje el lápiz

aunque gima una estrella

aunque sólo sea un sueño


que nunca


que no es será



- - - - - - - - - - - - (siempre esperaré a pesar

- - - - - - - - - - - - el refulgir insospechado

- - - - - - - - - - - - que rebusco en mi firmamento)


Diciembre de 2005

6 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces el recuerdo mantiene vivas a las personas que siguen en el corazón...Bellisimo

Anónimo dijo...

Hermosísimo y profundo poema que muestra un leve resquicio de esperanza a pesar de todo.

Abrazos

Anónimo dijo...

Si, Sandra, aunque el corazón ya esté muerto.

Matilde, este poema es ya antiguo. Y ha llovido ya tanto a la intemperie que la esperanza hace tiempo que fue enterrada. Aunque siga escribiendo nombres en minúscula.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Quién no ama en minúsculas...nunca podrá ser amado en mayúsculas...
Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola primo.

Los nombres sonoros de las estrellas no merecen ser escritos en minúsculas.

Su grandeza y su belleza lo puede empequeñecer todo, menos su propio nombre.

Abrazo estelar.

Anónimo dijo...

¡Hay tanta grandeza en lo minúsculo...!

Abrazos, poeta.