martes, 22 de enero de 2008

Uno con cincuenta


Francos destellos de sangre violenta

Latiendo de momentos que me irrumpen,

Tan eternos en lo etéreo,

Como el tajante infinito.

Momento tras momento tras momento que relegan

Lo pretérito soñado

Descobijado en la ausencia,

Verso tras verso,

Sobre el papel arrugado

En un par de manos

Vacías,

En la falsa desmemoria de un sudor

Que en el álgida congoja

De mis pesadillas breves

Habita duermevelas sin efugio,

Junto al doliente fracaso

De un amargo café solo

Y un zumo de naranja agriado,

Mudos,

Ciegos,

Desolados,

Tan ciegos y desolados

Como una llaga de hielo.


Todo al módico precio

De un euro con cincuenta.

(Pagaría lo que fuese por poder

Invitarte a un café con leche,

Fría, y con mucho azúcar.

Pero es muy tarde,

Ya lo sabes,

Muy tarde;

No yo,

Y siempre siempre siempre

Lo dijiste,

Y aunque no lo quiero

Y aunque duele

Y aunque muero y me muero y me muero

Debo marcharte).


Noviembre de 2006

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ella podría permitir que la invitases, querido poeta , y es que es todo un placer poder compartir un café con los amigos... enfín, aunque sabes que no podré extenderlas para rozar las tuyas, aquí tienes mis manos, y un poquito de azúcar para endulzar ese café.
¡Dulces sueños!

Anónimo dijo...

el café siempre tendrá un punto amargo, por mucha azucar que se le eche...

Anónimo dijo...

Ay Rafa, Rafa... Ese café que nunca llegó... Y qué crudamente necesario: "Debo marcharte...".

1Beso.

Anónimo dijo...

Pagaría lo que fuese por poder
Invitarte a un café con leche,
Fría, y con mucho azúcar.
Pero es muy tarde,
Ya lo sabes,
Muy tarde;
No yo,

Y siempre siempre siempre

Lo dijiste,
Y aunque no lo quiero
Y aunque duele
Y aunque muero y me muero y me muero
Debo marcharte).

Esto es un lujo, me encantó Rafa.

Besos.

Anónimo dijo...

"Debo marcharte".. Me ha encantado no poeta.

Un beso y un terrón...