Francos destellos de sangre violenta
Latiendo de momentos que me irrumpen,
Tan eternos en lo etéreo,
Como el tajante infinito.
Momento tras momento tras momento que relegan
Lo pretérito soñado
Descobijado en la ausencia,
Verso tras verso,
Sobre el papel arrugado
En un par de manos
Vacías,
En la falsa desmemoria de un sudor
Que en el álgida congoja
De mis pesadillas breves
Habita duermevelas sin efugio,
Junto al doliente fracaso
De un amargo café solo
Y un zumo de naranja agriado,
Mudos,
Ciegos,
Desolados,
Tan ciegos y desolados
Como una llaga de hielo.
Todo al módico precio
De un euro con cincuenta.
(Pagaría lo que fuese por poder
Invitarte a un café con leche,
Fría, y con mucho azúcar.
Pero es muy tarde,
Ya lo sabes,
Muy tarde;
No yo,
Tú
Y siempre siempre siempre
Tú
Lo dijiste,
Y aunque no lo quiero
Y aunque duele
Y aunque muero y me muero y me muero
Debo marcharte).
5 comentarios:
Ella podría permitir que la invitases, querido poeta , y es que es todo un placer poder compartir un café con los amigos... enfín, aunque sabes que no podré extenderlas para rozar las tuyas, aquí tienes mis manos, y un poquito de azúcar para endulzar ese café.
¡Dulces sueños!
el café siempre tendrá un punto amargo, por mucha azucar que se le eche...
Ay Rafa, Rafa... Ese café que nunca llegó... Y qué crudamente necesario: "Debo marcharte...".
1Beso.
Pagaría lo que fuese por poder
Invitarte a un café con leche,
Fría, y con mucho azúcar.
Pero es muy tarde,
Ya lo sabes,
Muy tarde;
No yo,
Tú
Y siempre siempre siempre
Tú
Lo dijiste,
Y aunque no lo quiero
Y aunque duele
Y aunque muero y me muero y me muero
Debo marcharte).
Esto es un lujo, me encantó Rafa.
Besos.
"Debo marcharte".. Me ha encantado no poeta.
Un beso y un terrón...
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