Títeres sin cabeza
se miran al espejo
de sus sueños ojeras.
La noria mientras tanto
gira y gira sin tregua,
pero el rumor del agua
es un eco distante
de piedras en la boca
del venero y el pozo.
Uncido al polvo, el iris
del oasis exangüe
respira a contraviento
espinas de humo y cardo,
en tanto rememora
el tiempo en que, anhelante,
mamaba de las ubres
de un arco iris apócrifo.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario