Entre el canto de un hada
y un cuento de sirenas
me quedo, no sé bien con qué quedarme:
un prodigio impostado
o unas garras rasgando
los sueños, esa pátina
de aire leve abrigando
el hondo y frío mar, la mar, la muerte.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Las hadas madrinas prefiero a las sirenas ladinas
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