martes, 20 de septiembre de 2016

La consulta


Érase un pueblito aislado y escaso en población en el que todos sus habitantes con edad para trabajar lo hacían al servicio del marqués. Tras el fallecimiento del noble y nada previsor varón sin descendencia conocida alguna y, por tanto, sin herederos legales, se planteó, a falta de testamento que le diese pronta e incuestionable solución al mismo, el obligado asunto de qué hacer con sus muchas posesiones. Una parte nada despreciable de los líderes vecinales, aunque tampoco como para aglutinar en torno a su propuesta a una mayoría suficiente del hasta entonces nunca consultado censo electoral, abogó por decidirlo mediante la celebración de un referéndum, iniciativa contra la que se posicionaron de inmediato no pocos detractores, rotundamente opuestos a la puesta en marcha de cualquier proceso de democracia participativa. Finalmente, a objeto de tratar de comenzar a desbloquear la situación, los unos y los otros acordaron la celebración de un referéndum a fin de decidir si la cuestión hereditaria habría de terminar resolviéndose o no mediante la fórmula de una consulta ciudadana al respecto. La participación fue masiva. Tanto como la suma de votos nulos y en blanco.

NOTA: Y así finalizaba la historia. Pero un amigo, tras leerla, apuntó el siguiente epílogo:

"Y al final se lo llevó la iglesia, como siempre."

Y esto me empujó a pergeñar un contraepílogo más esperanzador y democrático:

"Ante tan inteligente respuesta ciudadana frente a su estulticia manifiesta, los lideres vecinales, avergonzados, cayeron en una profunda depresión que los llevó a abandonar el mundanal ruido para recluirse de por vida en instituciones de carácter monacal o en covachas perdidas en las más remotas e inexploradas de las montañas. Sin tal estorbo, los habitantes del pueblito, abrazando como ideario el socialismo libertario, se organizaron en una sociedad de seres libres, igualitaria, laica y autogestionada de manera asamblearia. Desde entonces son felices."

2 comentarios:

Carlos dijo...

Bonita e instructiva historia

mailconraul dijo...

¿Quieres decir que lo que no se lleva la iglesia se lo asocia libremente una asamblea de socialistas?