sábado, 24 de enero de 2015

La orfandad

Mamá me regaló un pollito. Ella quería estar alegre y hacerme muy feliz. Y llevarme algún día a ver el mar. Pero el mar había muerto con papá y los abuelos. Por eso siempre que podía, me traía un regalo. Grillos y hierbabuena y miel de fénix, que robaba a los perros. Y aquel pollito lila. Después murió de gripe y pena.