cada tarde al volver
de la nada a la nada
giro instintivamente la cabeza
hacia el orco de cal que amortaja mis
sueños
a 110 Km. por hora
absorto unos instantes me pudro
recordando
aquella tarde fatua en que el sudario
que envuelve hace ya tanto mi cadáver
fue una vela en la mar abierta al
viento
alfombra voladora en un país mágico
donde los sueños eran livianos como el
aire
después cuando el pasado no nacido
se aleja entre los gases del escape
doy vueltas y más vueltas en mi mente
a ideas desquiciadas y suicidas
con las que ir modelando el epitafio
que ponga con decoro fin poético
a un día más que pasa sin sentido
así nace el poema este poema
difunto agonizando de insomnio entre
los muertos
1 comentario:
¡Que asco de atasco feriante, supono¡ Es mour original y bello "fuen una vela en la mar abierta al viento alfombre voladora en un país mágico donde los sueños eran livianos como el aire", me ha transportado a las mil y una noches
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