“Miré hacia atrás por desamparo.Desde la arena estéril y gastada
Por vergüenza de escabullirme a hurtadillas.
Por deseo de gritar, de volver.”
Wislawa Szymborska
de este yermo antesala del destierro
siento áspera subiendo por mis venas
la sal de tu crueldad omnipresente.
No he de rogar piedad.
Si acaso
daré gracias
con mi postrer aliento
por este suave suave dulce bálsamo
que empieza ya a borrar de mis pupilas,
velada por un mar de desconsuelo,
la imagen de las ruinas de Sodoma.
2 comentarios:
En estos poemas te pareces a los profetas del decierto y la Tebida, que predicaban desde allí un mundo mejor
Es verdad, Rafa, la crueldad tiene ¿sabor a sal?... ácida y avinagrada esa sal....la crueldad es inhumana
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