sábado, 29 de mayo de 2010

Lactancia


Para una Luna y su Planeta-crisálida.
Como un satélite en la noche
Gira,
Empática, amorosa y vigilante,
En torno del planeta diminuto
Nacido de su vientre.

La blanca luz que mana de sus órbitas
–Venero manso, cálido y fecundo-,
Con mimo y celo, alumbra
Y alimenta
La sed de la crisálida incipiente
Que, trémula, se hospeda en su regazo;

Y que, una vez mudada en mariposa,
Hará de ella su Diana, venerándola
Aun siendo ya cumplido su postrero,
Enjuto y abismal cuarto menguante.

2 comentarios:

Piel Fugaz dijo...

Es hermoso, demasiados buenos momentos llegaron a mi mente. Gracias.

Dan ganas de agarrar a besos esas pequeñas nalguitas.

Me gusta la canción que colocaste.

Feliz noche.

Abrazos.

Prometeo dijo...

Precioso poema y momento, es una de las imagenes mas bellas que tengo en mi retina, mi mujer dando de mamar a mis crios...lo has bordado amigo, bordado en palabras de oro y plata...un abrazo.