“Hoy es siempre todavía”Con el despertador, la ducha helada,
Antonio Machado
el té rojo en ayunas, el relente,
kilómetros de asfalto, la oficina,
los lúgubres pasillos y el magnolio
que llevan hasta el bar -café cortado,
amargo de silencio y soledades-,
algún informe estéril, y de vuelta,
herido por la ausencia, inapetente,
un trozo de pan duro y cualquier cosa,
regados con la bilis melancólica
que brota desde el fondo del olvido.
Después la siesta insomne, en duermevela,
con alma y corazón, desamparados,
arrítmicos golpeando -náuseas-, luego
de nuevo en pie a la fuerza, demolido,
la llaga hecha poema, unas cervezas,
las sombras del ocaso, un cielo muerto,
la cena, el lecho, fríos, y el cansancio,
dan siempre en el relój las mismas horas:
las doce campanadas espectrales
del miedo, el desespero y los recuerdos.
2 comentarios:
¿Sabes que yo adoro este verso de machado? Lo llevo conmigo desde que lo leí( ya ni recuerdo cuánto...)El poema es magnífico, para no "hacer mudanza en la costumbre"
Un beso
Te dejo un beso... y un recuerdo
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