domingo, 23 de mayo de 2010

Vísceras


Del barro del deseo
Ha ya tiempo hube un cántaro
Donde, hirsutas, guardaba
Las cenizas de antaño.

En la senda a la fuente
Del mañana anhelado,
Una piedra, un tropiezo;
Y el cántaro quebrado.

3 comentarios:

Dafne dijo...

Que bonito este poema,me ha recordado esos vasos de vísceras egipcios y por otro, esa frase hecha;tanto fue el cantaro a la fuente que al final se rompió.

Besos!

Carlos dijo...

Rafa, eso es lo malo de guardar los sueños, que todo depende de la fragilidad del recipiente.

Bella manera de decirlo.

Un abrazo.

Prometeo dijo...

Buena revision del cantaro a la fuente...un abrazo.