Escribió un concienzudo manual para editores que nunca nadie se interesó en editarle.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
4 comentarios:
ayyyy los editores esos trabajadores abnegados por amor al arte(jiji) eso nos contaban en un postagrado de literatura infantil y juvenil...che y yo me apené y todo por ellos....es que me lo creo todo!
besos
Pues no me extraña. Los editores, madre mía, qué mundo tan difícil!!
Besitos!
Jajaja…¡Genial!
(Quiero más paradojas, me gustan)
Besos Rafin
Genial!!!!
un abarzo.
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