martes, 12 de mayo de 2009

Comparación



Junto a la herida abierta,
El bálsamo que nunca fue cauterio
------------------------------ Cuchillo se ha mudado,
Y en un balde metálico sin fondo,
------------------------------ Lisiado por la duda, a borbotones,
Su alma abierta en canal como un verraco,
------------------------------ Se derrama el poeta:

Jamás oirás gruñido tan genuino
Como esa ardua blasfemia que profiere
El bardo que está siendo destripado
En tanto en sus latidos terminales
Aún siente hambre de vida.

3 comentarios:

Prometeo dijo...

La verdad es que hacer poesia de un acto tan cruel y, al tiempo, necesario para la superviviencia del criador...eres sensacional, el tiempo justo, la atmosfera adecuada y las palabras sabias..recordando la sierra de Huelva y su maravilloso producto, un abarzo.

dafne dijo...

Uf....esa imagen la he presenciado poco mas o menos asi en la puerta de mi casa en mi pueblo abandonado,tendría 9 años,el carnicero venía a matar todos los años el cerdo,asi...y yo lo recuerdo vividamente...

Tanto dolor siente este poeta????

besos

Dolo dijo...

En esta ocasión, permíteme sentir más compasión por el cerdo que por el poeta. Me da mucha pena (pero luego me encanta comerlo, qué contradición...).