martes, 4 de noviembre de 2008

Estación de penitencia (VII)



Se aleja el porvenir como un Shinkansen
Y, atónito, no llega a los andenes
Con tiempo de alcanzar la ansiada calma
De estar a su momento en cada instante.

En la sala de espera polvorienta,
Sentándose en su pútrido equipaje,
Delira suspendido en vía muerta.

7 comentarios:

Sintagma in Blue dijo...

Invoquemos a Alestis.

Malena dijo...

POr muy mal que esté el tiempo, llega el momento en que salen los trenes y la sala de espera queda vacía.

Un beso, Rafa.

Capochoblog dijo...

Pues llamaremos un helicoptero, un taxi, a los Marines, a Swat o al Comando Borracho, pero susto, allí no te quedas por más tiempo, vale?

:)

Besos!!!

Milena dijo...

Deliras de estar ahí, criaturilla. Levántate y anda, enga...atrapa ese tren !

Besos

Encarni Mejides dijo...

uff como se siente el dolor de perder ese tren,tremendo como todo lo que escirbes.

Besos y abrazos.

Alma dijo...

Había escrito un comentario demasiado largo y es que hoy me levanté un poco negativa. A veces perdemos trenes o no nos dejan subirnos en algunos, lo importante no es quedarse esperando en la estación a que llegue el siguiente tren sino seguir andando hacia donde queramos ir... besos

Estoicolgado dijo...

las vías del viento nunca mueren

y diosa tiene razón

un abrazo