jueves, 30 de octubre de 2008

Como viento de sur



“A tu casa, amor,
hay que ir desnuda para la entrega.
Y no quiero caer en la tentación... mañana,
de atravesar tu puerta vestida de lástima.”

Rosa D.


Me amortajó tu ausencia de ancho llanto,
Y aquí, entre la penumbra, impera el frío.
¡Qué crudo es esperar sin esperanza
Que vuelva un alba antigua, como aliento,
Fundiendo el cruel sudario de la escarcha
Fraguada en unas lágrimas de invierno!

Comprendo que no puedas darme tu orto.
Mas si una noche piensas en mis páramos
Y arbitras acercarte a darles fuego…
Si has de hacerlo desnuda,
Nunca vengas:
Te infectaría el germen de mi hielo.
Llega mejor trajeada de ternura
Y dame en tus palabras tibio afecto.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hielo tu, querido? No me lo creo, si eres un amor; aunque ciertamente, sueles expresar una profunda tristeza.

Un besito tibio.

Anónimo dijo...

Lo bueno del hielo es que también puede derretirse, y no hay nada mejor que el roce para dar calor.

Anónimo dijo...

Un cierre con broche de oro...

Abrazos Poeta

Capochoblog dijo...

Cada vez eres mucho mejor :)

Ahora, a modo de "necedad" de mi parte... sabes lo que pensaría un argentino si leyese la frase... "Comprendo que no puedas darme tu orto"...

:)

Y hasta acá dejo mis necesades que luego con lo mal pensada que soy, me va a dar un ataque de risa.

Besos.

:P

rosa_desastre dijo...

Tu...deja la puerta abierta y veras.
besos.