Nunca imaginó sentencia tan aciaga: tras su separación, todos y cada uno de los pocos bienes que hubieron en común, fueron adjudicados a su sombra.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
3 comentarios:
En vez de una corona, prefiero enviarte un beso de buenos días (no ganacia, para ti solito)
Me encanta... corto pero muy profundo
.... Y toda esa riqueza, sin mendigar. La generosidad del ser humano, no tiene límites.
Un beso
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