jueves, 9 de septiembre de 2010

Pasmo


Tan cerca estás, a veces,
Que alcanzan a rozarte
Mis manos que, pasmado,
No sé si son mis manos;
Que tocan tan sin tacto,
Que dudan si es tu piel
O una piel rara, ajena,
La piel que están rozando.
Y qué espantoso es esto.

2 comentarios:

Alma dijo...

¿Será que las armaduras impiden sentir aquello que se toca? ¿será el miedo? ¿será la amarga distancia de la cercanía?

Besos

virginia dijo...

Me traslado a pensamientos tales como: Una piel distinta, ajena, irreal, que está ahí y la toco, y no la reconozco, un extraño que se sienta en mi sofá y mira la tv...Una vez una amiga me contó ésto de su novio, que vivía lejos de ella, y cuando se reencontraban sentía eso mismo, esa extrañeza que siente usted en su poema,
mis saludos.