viernes, 10 de septiembre de 2010

Des-crédito


Pagué, sigo pagando,
pagaré un alto precio.
¿Por qué, a cambio de qué?
¿Por no haber conseguido
domeñar mis pasiones?
¿A quién, por cuánto más?
¿A nadie, para nada?
Es tan inmerecida
la hiel de este des-crédito,
que ya sólo mantengo,
aun siendo incertidumbre,
una hiriente certeza:
no sé si aún mucho tiempo;
mis bolsillos, vacíos,
no soportan ya el peso
de esta impagable deuda.

4 comentarios:

Caminante dijo...

Seguirás pagando,
seguirás pagándote,
por todo el tiempo
que tú mismo decidas,
consciente o insconcientemente,
que debes ser castigado.

El des-crédito,
que mantienes,
lo seguirán soportando
tus bolsillos,
en tanto no resuelvas que
ya está bien, que ya vale,
que la deuda no es tal,
que tú te mereces algo más,
mucho más,
que ese martirio estéril.

Buen día, un abrazo desde aquí arriba: PAQUITA

Caminante dijo...

Seguirás pagando,
seguirás pagándote,
por todo el tiempo
que tú mismo decidas,
consciente o insconcientemente,
que debes ser castigado.

El des-crédito,
que mantienes,
lo seguirán soportando
tus bolsillos,
en tanto no resuelvas que
ya está bien, que ya vale,
que la deuda no es tal,
que tú te mereces algo más,
mucho más,
que ese martirio estéril.

Buen día, un abrazo desde aquí arriba: PAQUITA

Caminante dijo...

DUPLICADO, LO SIENTO... es que tardaba

Prometeo dijo...

Muy bueno, la justa ironia y es que el poder esta donde esta y nosotros pagando...un abrazo.