viernes, 3 de septiembre de 2010

El cepo


No te quiero inocente sino impura,
Impúdica, insaciable, pecadora
Del mundo y de la carne, seductora
De agreste corazón, feroz ternura.

Yo quiero de tu sexo ser montura
Salvaje y desbocada hasta la aurora,
Volcán en erupción, sed que devora
Tus aguas salitrosas con locura.

Te quiero llamarada, hoguera, infierno
Donde arda sin descanso mi deseo,
Antes de hundirme en aguas del Leteo.

Mas tú eres larga ausencia, casto invierno,
Y yo, sin tu calor, lobo aterido
Que muere atado al cepo del olvido.

4 comentarios:

Prometeo dijo...

Grandes imagenes en un buen poema, con un mejor finalm tres versos casi perfectos.
Un fuerte abarzo.

Prometeo dijo...

..y empatizo con los pobres lobos...un abarzo.

Andrea Breq dijo...

"...Y verso, verso y verso a la locura,
los ecos,
al silencio: quejido.

Caos ciego.
Mapa mudo.
Un ·Te quiero· [sordo]
Posdata: Auxilio.

Las voces se rompen en espuma
de mar, en idéntica proporción,
de preguntas sin respuestas.
Huellas en magma-piedra,
del fui, del soy.
Ya no soy, más que ausencia.


...Y aún, verso, verso y verso a la locura,
al cauce derramado,
al silencio: gemido,
verso sus ternuras y verso mis pecados..."


El "te he estado leyendo", sobra?
Todos mis besos a un paso del stresssss post-vacacional !!

Silvia Delgado dijo...

oh, "morirse atado al cepo del olvido", siempre imaginando a ese objeto amoroso, altivo, de mirada impasible... ¿puede ser cierto que no vea al poeta a sus pies?, no lo creo, un abrazo.