miércoles, 26 de diciembre de 2007

Lluvia de octubre


Tú junto a mí
bajo la lluvia.
La misma lluvia
que desde siempre
contra el cristal
repiquetea.

Lejos de mí
bajo la lluvia.
A mis pupilas,
grises de octubre,
sube la sal
de un agua muerta.

Te vas de mí
bajo la lluvia.
En tu ventana
dos gotas de agua:
tu libertad
y mi condena.

Enero de 2007

5 comentarios:

Anónimo dijo...

es preciosa y suena de maravilla, señor romántico empedernido.

Un beso.

Anónimo dijo...

Como la sinfonía de la lluvia esas dos gotas van a la carrera y un lugar de la ventana se desvían sus destinos.

Quedan los recuerdos en la carcel de octubre.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Hermosa, siempre hermosos tus versos.
Un fuerte abrazo y, repetido, Felices Fiestas y que el nuevo año te traiga de tó.

Anónimo dijo...

Tu desamor entristece un güevo, pero... ¡es tan bello!

Anónimo dijo...

El tema de la lluvia golpeando el cristal de nuestra casa -nuestro yo- nos lleva a una visión de la tristeza interminable. "A mis pupilas grises de octubre sube la sal de un agua muerta" Pupilas grises de octubre, por favor, qué bueno, el agua muerta de la que sólo sube la sal a los ojos, qué imagen, qué cadencia, qué dulzura.