martes, 4 de diciembre de 2007

El abrazo

No sé, tenía necesidad de escribir. O, quizá, de aullar, de gritar, de gemir; pero ¿de qué nos vale el alarido en mitad del páramo y el tímpano roto?, ¿acaso hay un dios dispuesto a mostrar misericordia por el amargo lamento de un perro que se muere de frío y abandono sobre el mármol aciago de un laberinto coronado por nueve encrucijadas amarillas cerrándose en círculo? No sé, puede que nada de esto tenga sentido y, sin embargo, debo escribir, debo seguir escribiendo, más que nada para no perder la costumbre del quejido, ese quejido colmado de vacío que nos mete como esquirlas el aire en los pulmones. Es doloroso, oh cuán doloroso. Doloroso y hasta pudiera ser que impúdico e innoble, pero me ayuda a seguir respirando, y aún no quiero renunciar a la brisa, aunque esté mi mazmorra atiborrada de cemento. Hoy he recordado que, aunque ya lo hubiese desaprendido sin olvidarlo, no estoy solo. Pero me siento solo, muy solo, pavorosamente solo. Hoy, con una ternura que merecería el inexistente cielo, me han abrazado y, después, me han pedido que llorase. Y se han bebido mis lágrimas. Se han bebido mi amargura infinita con una sonrisa en los labios, con una blanca calma en la piel y en la mirada, como quién bebe del más dulce néctar que inspira el seno materno. Y he comprendido, después de tanto tiempo siendo devorado por sus fauces, lo que es la soledad, la soledad en todo su sentido, la soledad como absoluto, la soledad. Gracias, mi ángel, por arroparme en mi yermo con tus alas. Tus alas que ya para siempre serán serán para mi como una pequeña patria, una patria a la que nunca se renuncia a regresar a pesar de la distancia y las cadenas. La patria: ese reducido territorio que murmura en medio del pecho, y por el que, de ser necesario, arriesgaríamos la vida.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

querido amigo
cada vez que te leo, se siente ese dolor que muchas veces adornas con bellas palabras
pero que no puedes sacar de ti
tienes que seguir el camino o buscar uno nuevo, pero no quedarte paralizado
Lucha amigo, lucha por un mundo mejor, por encontrar esa brisa de viento que te traiga una sonrisa, un abrazo o el sol mismo que nos hace brillar
escribir es desahogar el alma
nunca estamos solos, pero es nuestra alma la que se siente sola y eso todo depende de uno nada mas
llorar hace bien, gritar hacer bien, gritar en letras tambien
si hoy con esa ternura te han abrazo, cobijate ahi, siempre habara un angel que nos hara mirar por instante que la soledad tambien puede llegar a ser una amiga, para que no duela tanto
gmil gracias por tu preocupacion por mi salud amigo, me doy animo y fuerza, pero sigo igual, pero no dejare de luchar, porque quiero sobrevivir a todas mis luchas y mis dolores, hasta encontrar las sonrisas
te abrazo con mucho cariño y deseo lo mejor para ti, mereces ser feliz y no pares jamas de caminar y de buscar
gracias amigo por estar cerca, mil besitos


besos y sueños

Anónimo dijo...

yo no consigo sacar ese amor por esa patria, a no ser que entieda por patria unos brazos y una sonrisa. Esa sí que es mi patria, a la que nos negamos a poner nombre y bandera

Anónimo dijo...

hoy me has dejado sin palabras, sólo con ganas de acercarme y abrazarte para hacerte llegar mi calor, mi amistad y mi comprensión...creo que muchas veces me he sentido así, tan sola y desconsolada.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Gracias, Verena, trataré de seguir luchando, entre otras cosas, para que tú te veas de algún modo reflejada en mi lucha y nunca te rindas.

Larrey, esa que dices es la patria a la que me refiero y no a las de los patrioteros.

Gracias, Sandra, he sentido tu abrazo.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Te regalaré esa parte mia, que improvisé una noche :Ciertas palabras , como cerumen, vienen para recoser las cicatrices de nuestras viejas cortezas .Ciertas palabras sin cuerpo , ni carne .Sin voluntad de imagen o descripción ,palabras como heridas del lenguaje , despojadas ,insuficientes e increíblemente honestas.Palabras que no forma ninguna disciplina y que todo silencio siembra...

Y un abrazo largo

Anónimo dijo...

Poder tener quien nos abrace en un momento de soledad es una forma de decirnos que esa soledad no es tan real, están esos brazos y esa persona almenos, un beso

Anónimo dijo...

Entiendo a Rafa en esa soledad "abrazada". En ese momento, cuando el abrazo, aunque parezca contradictorio, es cuando más consciente eres y sientes que estás solo.
Así que...como dice Manolo, un ABRAZOTE.