martes, 22 de noviembre de 2016

La caldera


La renovación tecnológica, caballos de vapor marchando a un ritmo desbocado, no tiene tanto de renovación como de estafa ofreciéndonos en sacrificio a los dioses del consumo. Cualquier día de estos revienta la caldera y se nos vienen encima las ruinas del templo.

1 comentario:

Carlos dijo...

Apocalíptico, y después vinieron los bebes tecnológicos en forma de móviles...