miércoles, 9 de noviembre de 2016

Crónicas del Régimen (7)


Haberlos haylos. Doy fe. Pero son muy contados. Me refiero a esos sujetos con menos sentido del humor, y mira que es difícil, que un juez de la Audiencia Nacional.

(apología del raciocinio)

BONUS TRACKS (especial de urgencia dedicado al Régimen global)

Escuchado en la SER. Aún no había amanecido este nuevo día que se prometía esperanzador donde los hubiera. Un sesudo periodista se hace una pregunta que se me antoja trascendental para el futuro de la humanidad: ¿Si finalmente gana Trump, quién será el primero en felicitarlo? Pues quién va a ser, cojones; Albert Rivera.

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Pero que apocalípticamente milenarios os habéis levantado hoy con lo de Trump. Os recuerdo que Esperpentaña vuelve a ser gobernada por Rajoy y no parece que se vaya a hundir la torre Pelli.

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Anunciaba Tom Babas Benítez a primeras horas en Canal Susi Radio: "Vamos a escuchar unas significativas declaraciones de Trump." Y va Trump y dice: "Ya veremos lo que pasa." (¿?)

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Por cierto, otro de mis vaticinios cumplido. Me río yo de Rappel y la bruja Lola.

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Esta madrugada, escuchando las esperanzadoras noticias con las que con pertinaz insistencia nos bombardean desde el otro lado del Atlántico, he llegado a pensar que el de hoy podría ser uno de los días más felices de mi vida. Por fin, me he dicho, se abren paso posibilidades ciertas de que la muerte no me alcance sin antes haber visto cumplido uno de mis mayores sueños: asistir en vivo y en riguroso directo a la espantosa agonía y más que merecida defunción del mundo capitalista. ¡Viva el mal! ¡Viva la guerra nuclear! Luego he recapacitado, y se me ha congelado la sonrisa en los labios. Porque este Trump, me temo, bien pronto nos mostrará su verdadero rostro: el de otro bluf descomunal, otro payaso descerebrado y sin iniciativa propia al servicio de los mismos hijos de una tal por cual de siempre. Y así el mundo continuará desangrándose lentamente, en lugar de estallar de una jodida vez como una pompa de jabón, otorgándonos una última, pero esplendorosa alegría.

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