¿Recuerdan “Le llaman Bodhi” —“Point Break”—, aquella película, protagonizada por Patrick Swayze y Keanu Reeves, en la que un novato del FBI investiga una serie de robos a bancos perpetrados por una banda de delincuentes —los ex presidentes— que para no ser reconocidos se cubren la cara con máscaras de los anteriores presidentes de los Estados Unidos de Norteamérica?
Pues ya tenemos versión a la española. Sólo que en esta, los ex presidentes van a cara descubierta y, en lugar de asaltar bancos, desempeñan el rol de sicarios de las mafias económico financieras que, desde la muerte del Dictador, y herederas de su régimen, han venido desvalijando el país sin contemplación alguna. Rol que, tras los inciertos resultados electorales del 20-D, ejercen tratando de actuar como puntales de las ruinas del bipartidismo corrupto y carroñero que tanto tiempo lleva campando a sus anchas sobre la moribunda España.
Esperemos que, como en “Point Break”, al final de la trama, una gran ola de regeneración democrática acabe aplastando y mandando al puñetero carajo a los jodidos ex presidentes patrios y sus aviesas intenciones. O eso, o las ruinas que tratan de apuntalar con tanto ahínco, pueden terminar en breve cayendo y aplastando definitivamente a los ciudadanos de los pueblos de España.