lunes, 2 de febrero de 2015

Jurado popular

Los pueblos de España –unos más, otros menos- son muy dados a utilizar dos varas de medir a la hora de juzgar a los políticos. Así, en tanto a unos, aun habiendo siendo sorprendidos con el arma homicida en la mano, se les otorga hasta el final y aún más allá la presunción de inocencia; a otros, sin pruebas ni jucio previo, se los manda al patíbulo sin oportunidad de defensa ni apelación alguna.

1 comentario:

Carlos dijo...

Es el eterno tópico de los sans culotte o jóvenes descamisados de la revolución francesa-ahora podemos- a los que tanto vilipendiaba la corrompida aristocracia