lunes, 2 de febrero de 2015

El mundo de las aves (1) (Carlos Parejo)


Ha llegado la primavera y amanece. Las golondrinas se columpian en los soleados cordeles para tender la ropa. De pronto se tiran de cabeza -como de un trampolín- asaeteando el aire en busca de la pitanza insectívora para su prole. Pajaritos y palomas carroñan la basura de las calles silenciosas. ¡Qué festín allí donde proliferan los veladores de bares que se han dormidos sin barrer¡

Sevilla se despierta y se acicala, y sale a la calle: los coches por las calzadas y los viandantes por las aceras. Entonces, las aves retornan a su mundo tranquilo: las copas frondosas del arbolado urbano, los aleros y terrazas y el bosque de antenas de las azoteas.

A la atardecida los vencejos surcan el aire como negras y veloces flechas. Cuando se hace de noche les relevan los acrobáticos vuelos ultrasónicos de los lúgubres y misteriosos murciélagos.

Fotografía: SEO/BirdLife

(¢) Carlos Parejo Delgado

2 comentarios:

Milena dijo...


Meternos entre paréntesis y llenarnos de vencejos y golondrinas... ¡Menos mal, siempre tendremos la primavera !

Echo en falta ese aroma de parque de marialuisa en abril...junto a la estatua de Bécquer, recuerdos de mi adolescencia

Tío Gus dijo...

Me gusta el costumbrismo quasi decimonónico del amigo Carlos, elegante y levemente nostálgico. Tan sevillano por otra parte, y tan poco sevillanista al uso que tanta gente entiende lo sevillano.
Agustín Casado