Palabras malsonantes
–furcia, carajo, coño, soplapollas–,
en obsesiva rima cacofónica
–bellaco, atraco, caco, demoniaco–
o, a la inversa, con fobia a la asonancia
–patrón, politicastro, chuloputas–,
al igual que tampoco un ritmo eufónico
a base de vocablos delicados
–liberté, égalité, fraternité,
honestidad, justicia, democracia–
dando a luz versos mansos y bucólicos,
no engendran por sí mismas el poema.
El poema es mucho más, nace del coito
–por vicio o por amor, es lo de menos–
de la rabia y el verbo
escrutando en su orgasmo desgarrado
un algo, un no sé qué desconocido
más allá de las reglas y el decoro,
sublimando la vida.
–furcia, carajo, coño, soplapollas–,
en obsesiva rima cacofónica
–bellaco, atraco, caco, demoniaco–
o, a la inversa, con fobia a la asonancia
–patrón, politicastro, chuloputas–,
al igual que tampoco un ritmo eufónico
a base de vocablos delicados
–liberté, égalité, fraternité,
honestidad, justicia, democracia–
dando a luz versos mansos y bucólicos,
no engendran por sí mismas el poema.
El poema es mucho más, nace del coito
–por vicio o por amor, es lo de menos–
de la rabia y el verbo
escrutando en su orgasmo desgarrado
un algo, un no sé qué desconocido
más allá de las reglas y el decoro,
sublimando la vida.
1 comentario:
Tanto mensaje deja estrecho el poema. Me quedo con lo esta frase genial "el poema...nace del coito de la rabia y el verbo"
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