Ayer sentí no más
Tristeza al verte.
Tanto tiempo anhelando ese momento
Para, al cabo,
Sentir sólo tristeza.
Una tristeza densa,
Pesada, grande. Una tristeza
Que estuvo todo el día en mí clavada,
Royéndome los poros uno a uno,
Los ojos y las manos y seguro
Que, aunque siempre ignoré dónde se encuentra,
También la piel del alma.
Tristeza que se suma a la tristeza
Que, mórbida, me invade por no verte,
Que ha ocupado, brutal, cada rumor,
Cada víscera, cada palabra, cada gesto
Cada hondo suspirar, cada silencio,
Y, en tardes en que arrecia la tormenta,
Añade un nuevo gris al gris dolor
Que siento al transitar bajo el prohibido
Y ajeno resplandor de tu ventana.
(Noviembre de 2006 – junio de 2010)
Fotografia: Tobias Zarius
4 comentarios:
Tristeza es femenino. Tristezo es un palabro horroroso ¿deberemos utilizarlo?
Acabe de editar un poema que habla tambien, no como tu, por supuesto, de la ausencia y la desolacion que deja detras.
Un abrazo.
Nos construimos castillos en el aire que con un sólo soplido se derrumban, y es que el amor tiene tantas sensaciones y emociones como ingrendientes, que tal vez ver a la persona que se echa de menos nos creemos que ayudará, que será suficiente para seguir caminando y sin embargo es un gran bache donde nos invade la tristeza.
Un beso dominguero
Cuando mis pasos hacia él me llevan
esa tristeza densa tan profundo se me clava, que ya no sé que es más triste si nunca por su calle pasar o enmudecer de pena en el alféizar de su ventana.
El tiempo y la ausencia curan casi todos los males amorosos. Quizás es mejor no ver a quién tanta tristeza nos produce, para olvidar mejor y más pronto. La vida sigue.
Abrazos
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