Loh contrituilusionihta muy mucho ehpaguiñole, aunque ya han llegado a tales niveles de desvergüenza que habitualmente lo hacen sin el menor tapujo, en ocasiones, por cobardía, se ocultan hasta las heces para cagarse en los derechos ciudadanos recogidos en el Título I de su tan hipócritamente alabada Constitución. Ahora le ha tocado al artículo 50. Jodidos fariseos de mierda.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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