Yemen también existe ―de momento. Pero es casi seguro que nunca lo sabremos. Porque no parece posible que, algún día, los yemeníes, los agredidos, los masacrados, pudiesen comenzar a ganar la guerra que los desangra, los desaparece. Pero si sucediese, que no sucederá, es seguro que, impulsados por no se sabe bien qué cosas, saldríamos a las calles a pedir la paz con vehemencia. Entretanto Yemen no existe y va camino de su desaparición.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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